La opcionalidad de las nuevas tecnológicas, y el riesgo de dejarlas pasar
A cierre de tercer trimestre de este año Fred Liu de Hayden Capital nos dejaba unas reflexiones sobre la situación de algunas empresas en la actualidad (link a la carta)
En ella nos comenta que si bien las empresas tradicionales todavía luchan por volver a los niveles anteriores a la Covid, las empresas tecnológicas y de internet están experimentando niveles récord con tasas de crecimiento de dos dígitos, algunas incluso de tres dígitos.
Para algunos consumidores este ha sido un cambio de hábitos forzado, pero es de prever que muchos mantengan (mantengamos) algunos de estos hábitos cuando las cosas vuelvan a la normalidad. Pedir comida a domicilio, compras online, reuniones por videoconferencia… son algunas de las tónicas habituales que ha pasado a formar parte de nuestra rutina y que vayan a quedarse entre nosotros.
El avance tecnológico está permitiendo que nuevos tipos de negocio aparezcan, empresas que hace décadas eran impensables, modelos de negocio con escalabilidades enormes que hubieran sido impensables en la época en la que Graham escribió el Security Analysis.
En la carta de Fred Liu de Hayden Capital explica la paradoja de Ellsberg, una teoría que sugiere que las personas prefieren asumir riesgo en situaciones donde se conocen las probabilidades, en lugar de un escenario en el que las probabilidades son desconocidas; es decir, las personas prefieren asumir riesgos en situaciones que tienen un valor esperado más bajo, pero donde ese valor esperado se pueden calcular con certeza.
Trayendo esta teoría a la inversión, lo podemos asimilar a un modelo de descuento de flujos de caja, un modelo bajo el cual los inversores pueden calcular el valor presente de un flujo de caja futuro durante un periodo de tiempo dado. Cualquiera que haya empleado un modelo DCF conoce las carencias del mismo, ya que saber los flujos de caja futuros de una empresa es una utopía, y aplicar una tasa de descuento adecuada es otra más; pero como modelo matemático para empresas predecibles es ampliamente utilizado junto a otros métodos (en mi opinión no se debería usar sólo un método de valoración aisladamente, pero esta es otra reflexión), para empresas maduras con productos o procesos en fases avanzadas.